Da vértigo admitirlo pero lo cierto es que no eres feliz en el trabajo. Y si lo has verbalizado en algún momento lo que te suelen decir es que «nadie» es feliz en su trabajo, que seas realista, que eres un ingenuo, que te resignes.
Casi nadie profundiza en los motivos y si lo hicieran, es muy probable que la respuesta fuera alguna de estas:
Porque no me gusta lo que hago
Mi jefe es muy difícil
No encajo con mis compañeros
Hay mucha presión
El horario es muy malo
¿Puedo decirte algo? ninguno de esos motivos es la verdadera razón de que no seas feliz en el trabajo.
La razón es que estás colocando el problema fuera de ti, como si tú no tuvieras ninguna responsabilidad y mientras hagas esto no lo vas a resolver.
Te invito a detenerte ahora en cada una de esas situaciones y asumir tú la responsabilidad, vas a ver cómo cambia:
No te gusta lo que haces: ¿Nada de lo que haces te gusta? ¿Qué te falta? ¿Qué te gusta? A lo mejor te sientes inseguro haciendo según qué cosas, juzgas que no lo haces bien ¿Qué te falta para disfrutar de lo que haces? Reflexiona acerca del fin último, de la misión que lleva a cabo tu empresa en la sociedad. ¿Tampoco? Bien: no te gusta. Entonces ¿ a qué esperas para cambiar de trabajo?
Mi jefe es imposible de tratar. ¿Sólo te pasa a ti? ¿ A todos tus compañeros? ¿Has probado a mantener una conversación para aclarar la relación? ¿Qué es lo que más te molesta? Di la palabra.
Y ahora piensa: ¿Cuál es tu relación con esa palabra? Normalmente no aceptamos aquello que nosotros mismos no tenemos resuelto o aquello que no nos permitimos. ¿Has probado a trabajar qué te pasa a ti con la actitud de tu jefe?
No encajo con mis compañeros. ¿Con ninguno? ¿Qué has hecho tú para acercarte a ellos? ¿Cómo deberías ser para encajar con ellos? ¿Qué opinan ellos de ti? Muchas veces el rechazo que vemos en los demás es una proyección de nuestro propio rechazo.
Hay mucha presión. ¿De qué forma te afecta la presión? ¿Quién te presiona y cómo?¿Qué hecho concretos te hacen llegar esa presión? ¿Cómo sería trabajar sin esa presión? ¿De qué manera puedes rebajar esa presión?
El horario es muy malo. ¿De verdad el horario es un problema? Porque si el trabajo nos apasiona apenas notamos las horas que le dedicamos. Sin embargo, si no te gusta cada minuto será un suplicio. ¿Sabes poner límites a tus jefes? ¿Sabes equilibrar tu vida?
Muchas veces nos quedamos quejándonos de nuestra infelicidad sin darnos cuenta de que está en nuestra mano cambiar la situación.
Así que si quieres ser feliz en tu trabajo y crees que necesitas ayuda para iniciar el cambio, puedes buscar ayuda de un coach ejecutivo que te ayude a distinguir el área de preocupación del área de ocupación.
En mi experiencia profesional veo a menudo que marcharse de un trabajo sin haber solucionado las dificultades hace que nos las encontremos de nuevo en el siguiente destino laboral.
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